miércoles, 28 de octubre de 2015

Se hace Camino al andar



SE HACE CAMINO AL ANDAR

Camino de Santiago...
De Santiago y de usté,
que con uno y otro pie
avanza como yo hago,
verso a verso, trago a trago,
sueño a sueño y pan a pan,
que cuanto les das te dan
de los hombres los senderos,
que se vuelven verdaderos
cuando caminando van.

Jesús María Bustelo Acevedo

viernes, 9 de octubre de 2015

Ruinas de San Antón



RUINAS DE SAN ANTÓN

¡Ruinas de San Antón!
San Antón está en ruinas,
y otros santos, porque son
recuerdos vanos, ¡pamplinas!...
Que las almas son divinas
y que divino es el Ser,
¡no los restos del ayer
que veneran los jerarcas
que rinden culto a las parcas
del pasado y a sus marcas
y nunca al Amanecer!

Jesús María Bustelo Acevedo

lunes, 28 de septiembre de 2015

Grandas



GRANDAS

Salíme del Camino
en Grandas de Salime
y de repente vime
de frente ante el Destino...
¿Qué quieres de mí, dime?,
¿qué es lo que me demandas,
que entre las ramas andas
igual que entre las ondas,
con músicas redondas
con que mi gozo agrandas?

Jesús María Bustelo Acevedo

domingo, 27 de septiembre de 2015

Bustelo del Camín



BUSTELO DEL CAMÍN

Soy Bustelo del Camín,
el del Puerto del Acebo,
y ascender al mismo debo
si llegar pretendo al fin...
La tristeza y el esplín
no harán mal en mi Camino,
que yo no me desanimo,
porque el ánimo es eterno,
y en verano y en invierno
voy gozoso a mi Destino.

Jesús María Bustelo Acevedo

sábado, 26 de septiembre de 2015

Kaxondeo 2021 - Galicia Calidade



KAXONDEO 2021 - GALICIA CALIDADE

Kaxondeo 2021,
ya verás que se lía, chavea,
que en su casa ninguno se quea,
¡qué shondeo!, y no falta ni uno:
el gracioso, el ligón, el bajuno,
el curioso, y seguro hasta que
no está ausente ni el hombre de fe,
si es que hombre de fe queda alguno...
¡Kaxondeo 2021,
soy el único que faltaré!

Jesús María Bustelo Acevedo

viernes, 25 de septiembre de 2015

La Coruña, Lugo, Orense y Ponte Guapa



LA CORUÑA, LUGO, ORENSE Y PONTE GUAPA

La Coruña, Lugo, Orense y ponte guapa,
que nos vamos a Galicia de viaje,
con mochilas, ligeritos de equipaje,
amparados por estrellas y sin mapa.

Que entre los sagrados bosques se destapa
el milagro de la vida sin ambage,
y sin máquina mortal, sin maquillaje,
aunque la feraz llovizna nos empapa.

Pontevedra, La Coruña, Lugo, Orense,
y que luego Santïago nos inciense
antes de llegar al Faro que es el fin.

Que allá aguardará otra senda en que se inicia
otro espacio, otro negocio, otra Galicia,
otro mundo y otro genio cantarín.

Jesús María Bustelo Acevedo

sábado, 19 de septiembre de 2015

El Peregrino de la Capucha Negra



Hoy sé que no te escaparás de mí, el destino te agarra fuerte por el cuello, y ese destino está precisamente en mis manos... Como cada mañana, el ajetreo de los inquietos caminantes despierta hasta los demonios de las tinieblas. El fuego les aterra y prefieren el hielo de la negra madrugada; pero en ese fuego quisiera arrojarte yo, misterioso criminal... Y si no fuera por venganza (por justicia humana), al menos sí para salvar a quien pudiera arrancar de tus garras asesinas... Todos fuerzan una sonrisa, un gesto amable, un saludo cordial, un deseo afectuoso... Pero en el fondo saben que yo no soy como ellos: soy un intruso en tu búsqueda: un perro salvaje en un mar de ovejas que sólo quiere comerse al lobo. Gentes maravillosas que caminan por los senderos del mundo como los ángeles vuelan en el Infinito, dibujando sonrisas en el alma de los hombres, acariciando las canas de Dios y despertándole de su letargo... No son gentes de palabras porque su verdad no cabe en ellas... Son la inocencia pura danzando entre los árboles, bajo la protección de esos bosques sagrados que añoraban los pobres del mundo... ¿Pero qué me importa a mí todo esto, que sólo quiero ver rodar tu cabeza, estúpido peregrino de la capucha negra? Como si ese trapo grotesco pudiera ocultar tu sucio rostro, que de forma certera puede verse en tus manos manchadas de sangre... Un café aclarará mi garganta y también mis ideas, pero no, debo partir inmediatamente, no puedo retrasarme ni un segundo porque sé que tu muerte está en mi vida, que ya no tengo más principio que tu fin... Vamos, niña, súbete a mis hombros y partamos sin demora. Cinco y media de la mañana: sin problemas dejo atrás a los más madrugadores, avanzo hasta el bosque espeso, sin otra luz que la de la pálida luna y la de mis hambrientas pupilas, pupilas hambrientas de sangre y no precisamente de morcilla de Burgos... Todo se va a terminar para ti, mi enemigo fantasmagórico... Entonces tendré la paz anhelada, ¿pero cómo derramar tu sangre pudiera proveerme la paz? Me la quitará para siempre y más bien serás tú quien puedas descansar en paz. ¿Mas qué importa eso a quien ha decidido hacer lo que ya está hecho en su corazón? En mi corazón, donde murmuraban las caricias del Infinito, las alas de los ángeles de la Eternidad, ahora sólo golpea mi báculo justiciero aplastando tu cabeza... Y bien sabes que el motivo no es que desprecies mis versos, claro que no, ya te lo dije: tú limítate a leer y cállate la boca, ¡lector de mierda!... "¡Buen camino!", me ha exclamado alguien desde el otro lado del río, y suena como un reproche mucho más que como un sincero deseo; verdaderamente la muerte (y no la mía, por cierto) debe brillar en mis ojos a pesar de que las tinieblas me oculten el cuerpo entero... "¡Buen comino!", le respondo, asegurándome de que no me escuche... Ah, los caminos del mundo, mujeres y hombres de aquí para allá, ¿por qué no se estarán quietos? Como las estatuas, muertos eternamente... Quizás sea porque son dioses aunque no lo sepan, son los mártires de las burlas del destino; y avanzan cargando con su cruz, aunque la cruz se llame su bicicleta o su mochila. Y tú también te mueves, pero vas destruyendo la vida mientras sigue latiendo en ti. La vida será eterna, pero no tu vida de asesino. Y sé dónde estás, porque no soy menos que José ni hay Morfeo que pueda ocultarme la evidencia de tu muerte. Aguardas tras el viejo roble tu futura víctima y no hubo más futuro que mi báculo de hierro aplastando tus sesos... Ahora todas están libres de ti para siempre... Porque tú eres el Peregrino de la Capucha Negra, el despiadado asesino... ¿Cómo no ibas a serlo? Y ahora no podrá hacer más daño a tantas inocentes... ¿No lo entienden? Sí, sí, claro que sí, y yo he acabado con él... He acabado con el monstruo, estoy limpio... ¿Pero por qué me miran así? ¿Por qué me ponen esos grilletes en los tobillos? ¿Y esa camisa blanca, tan bonita, pero sin alas? ¡He sido Yo quien los ha librado de él! ¡El criminal ya está muerto, ya no puede hacer más daño...! ¿Dónde me llevan? ¡Todas sus víctimas ahora viven en libertad, eternamente! ¿Por qué me meten en esta horrible prisión? ¡Por qué!... Oh, ¿cuándo terminará esta horrible pesadilla? Se ve que allá arriba está amaneciendo, pero ¿cuándo lo hará dentro mí, Dios mío, cuándo...?

Jesús María Bustelo Acevedo

jueves, 17 de septiembre de 2015

Por aquí pasó el Camino



POR AQUÍ PASÓ EL CAMINO

Por aquí pasó el Camino,
peregrino a peregrino,
gota a gota, circularon,
nos pagaron,
se durmieron, despertaron,
y afrontaron
su destino...
¡Por aquí pasó el Camino!

Jesús María Bustelo Acevedo

martes, 15 de septiembre de 2015

El Circo de Fisterra



EL CIRCO DE FISTERRA

Del Circo de Santïago
hasta el Circo de Fisterra
el nuevo camino hago,
que el que camina no yerra.

Y al Faro del Fin del Mundo
yo le digo mi verdad:
tú hablas de caducidad,
yo de lo eterno y profundo.

Tú de Roma y de Galicia,
y yo del Reino de Dios,
que ni acaba  ni se inicia
y que alberga en sí a los dos.

Tú me gritas: toma, ten
los goces perecederos,
y así los disfruta enteros
la libertad de mi Edén.

Jesús María Bustelo Acevedo

miércoles, 22 de julio de 2015

Compostela Marinera



COMPOSTELA MARINERA

Adonde el Camino quiera,
marchamos, erre que erre,
es decir, a Finisterre,
Compostela marinera,
que el que en Fisterra anduviera,
con su ingenio y con su ripio,
se encuentra en un municipio
donde todo tiene fin,
y en donde quizás tilín
le hará algún nuevo principio.

Jesús María Bustelo Acevedo

martes, 21 de julio de 2015

Makalu



Mi compañera se llama Makalu, una morena nepalí de 35 años, de raza negra y ancestros celtas, que expresa su poderosa y suave piel que llevo sobre mis espaldas. Sus amorosos brazos se enganchan a mis hombros como los tentáculos de un pulpo, y sus mórbidas piernas juguetean entrecruzadas sobre mi cintura... ¡Cuánto calor! ¿Cómo fueron sus días pasados, allá en esa tribu lejana de los Boriken, el paraíso de los sueños? Nada importa, ahora caminamos juntos y compartimos la belleza del ayer, que sólo es Amor... Lo que no es Amor, es mentira, y lo que es mentira tan sólo un loco puede considerarlo verdaderamente (ah, ¡esa locura de vivir para morir!, la "gran" obra humana que se expande en el tiempo y en el espacio, y no es más que el escueto aleph que contempla el iluminado, ángel, bebé o animal...). El Amor no está en el pasado, sino en el eterno presente de la vida; ¿cómo iba a estar en el pasado lo que ahora está aquí? Bienaventurados los que aprenden, porque trascendieron el aprendizaje y abrazaron la verdad de sus vidas en el eterno Conocimiento. Bienaventurados los sencillos, porque no buscan escusas para apegarse más a lo que les perjudica. Bienaventurados los que escuchan, porque es Dios quien les habla desde sus corazones. Bienaventurados los que aman, porque saben que ya no hay muerte. Donde todo es Amor, nada puede morir. La verdad del Camino es que todos somos peregrinos por el mundo. Y bendecimos los milagros como bendecimos nuestros errores, porque en ellos se oculta la verdad no reconocida de nuestra perenne abundancia, esa que la Madre Tierra expresa dando vida sin cesar, sin dependencia, sin mancilla, como una poderosa y sobrehumana Virgen María de barro y de fuego... Pues sí, mi novia se llama Makalu, una carga ligera para avanzar por los caminos de Dios... Y son las alas con las que abrazo el Infinito.

Jesús María Bustelo Acevedo

jueves, 16 de julio de 2015

De Pamplona a Santiago



DE PAMPLONA A SANTIAGO

De Pamplona a Santiago
voy haciendo ese Camino,
y llegando a mi destino,
si está hecho, ¡no lo hago!,
que por las estrellas vago,
si a ellas viene, peregrino,
quien en busca de su sino
va dejando atrás sus huellas,
que en el campo y las estrellas,
caminante, ¡no hay camino!

Jesús María Bustelo Acevedo

"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar..." Así cantaba el gran poeta Antonio Machado... "Nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción..." Mas ahí quedan los sones forjados, golpe a golpe, verso a verso, en la fragua de su corazón sensible y creativo, como el alma del mismo Dios en acción... Lo nuestro es pasar, pero no pasar de todo: sólo por las ilusiones, reflejos grotescos, divertidos, amenos, pueriles, juguetones o curiosos de la Casa de la Verdad, donde todos habitamos eternamente, en esta casa de las ilusiones por donde todos peregrinamos, lo queramos o no... "Caminantes son tus huellas el camino y nada más..." A eso voy yo, a vivenciar las huellas que durante milenios fueron forjando los pasos de miles de peregrinos, pero mi camino está en mí, porque todo lo que es verdadero está en nuestros corazones ("En vosotros está el Reino de Dios", que decía el Maestro). "Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar." Así la esposa de Lot, al mirar atrás, se convierte en piedra de sal inanimada, como todos lo hacemos cuando morimos (la muerte es la obra del hombre, como humano; la Vida la obra de Dios, como Divino)... Sí, como todos lo hacemos cuando miramos atrás, donde sólo está la muerte... La muerte no está en el futuro, la muerte está en el pasado. Si miráramos al eterno infinito de nuestras almas, si desde la verdad que habita en ellas emergiera amorosa nuestra visión verdadera, jamás podríamos concebir la muerte.

Jesús María Bustelo Acevedo

martes, 14 de julio de 2015

O turismo e colonialismo!

TURISMO ES COLONIALISMO

Turismo es colonialismo,
y los nativos los monos
que sirven a los colonos
y a todo su imperialismo.
Despreciable servilismo
que para los andaluces
les impone como cruces
sus mediocres gobernantes,
ególatras y mangantes,
que ni andan ni tienen luces.

¡El turismo es el imperio
que nos manda al cementerio!

Jesús María Bustelo Acevedo

O turismo e colonialismo! Aún podía leerse sobre una vieja pared esa extraña proclama, así que busqué alguna información al respecto en la Red. Porque verdaderamente estoy de acuerdo con ello, como puede comprobarse en los versos que me inspiraron en mi viaje en autobús desde Padrón a Villagarcía de Arousa... Pero, lógicamente, mis motivos son distintos: los suyos son el racismo, la exclusión, la segregación, la búsqueda de la "independencia" (sólo lo dependiente busca independizarse), cumplir con ese lema del tal Castelao ("Nosa terra é nosa, nada mais que nosa!"), del que ya hablaré equiparándolo al del Jefe Seattle ("Man belongs to the Earth - Earth does not belong to man"), el cual prefiero porque es el que está conforme con la verdad, la verdad de que no existen fronteras en la verdad, sólo en la ilusión de los hombres que precisan progresar en la disputa, en la confrontación y en la negación del semejante, que es la forma de afirmarse falsamente en sí mismo... Pero yo no iba a hablar de lo que ni me va ni me viene, sino del turista superficial que se pasea por el mundo creyéndose dueño de todo cuando no lo es ni de sí mismo (en esto se parece a los independentistas a los que aludía en la frase anterior)... El hombre no es turista, sino viajero o peregrino por el mundo, lo reconozca o no; quien quiera hacer un tour, que coja la bici y se vaya a Francia. Como ya dije en otro lugar: "El turista es un visitante frívolo que viene a que le sirvan y pretende comprar bienestar con su dinero. El viajero es un peregrino por el mundo: lo que todos somos."

Jesús María Bustelo Acevedo

lunes, 13 de julio de 2015

Camino a Nemancos

Pues sí, el próximo mes de Septiembre, Dios mediante, daré comienzo a mi peregrinaje hasta las tierras del Fin del Mundo, el País de los Bosques Sagrados (eso que algunos llaman Camino de Santiago). Pues eso, el Camino de Santi hago, como digo yo, hago el Camino de Santi, desde el Fin del Mundo (Cádiz) hasta el Fin del Mundo (Fisterra), haciendo puente donde vivía no sé qué reina. Partiré de Puente la Reina, probablemente, el próximo 15 de Septiembre y espero ir dejando, de manera escueta, mis impresiones sobre el viaje. Saludos y bendiciones. 

 Jesús María Bustelo Acevedo

domingo, 12 de julio de 2015

Todos somos peregrinos



TODOS SOMOS PEREGRINOS

Todos somos peregrinos
del mundo y sus entresijos,
y somos de Dios los hijos
y padres de los caminos
que forjamos al marchar
en cada paso gigante,
como Dios, Amor y Amante,
que sólo sabe crear...
¡No hay camino, caminante,
se hace camino al andar!

Jesús María Bustelo Acevedo

jueves, 9 de julio de 2015

Perdón




Pedrón, Padrón... ¡Perdón
por la equivocación!,
que en donde está la labia
del sabio de Iria Flavia
también hay confusión.


Aquí les brindo esta quintilla que se me ocurrió estando en Padrón (cuyo nombre viene del pedrón donde supuestamente amarraron la barca con el cuerpo -con o sin vida, dependiendo de la versión, según me dijo una hermosa padronesa- de Santiago el Mayor al arribar a las orillas del Sar (únicamente el río conoce tu secreto, que diría José Ángel Buesa)... Historias, fábulas, leyendas, correveidiles, cuya única pretensión era la de aprovechar, para la promoción de esa institución mundana llamada Iglesia Católica, ese camino mistérico y milenario que ya las viejas tribus celtas, mucho antes del nacimiento del Salvador, recorrían para llegar al Fin del Mundo, Fisterra, Muxía, para perderse y reencontrarse en los bosques sagrados de Nemancos, en la vieja Galicia... Sin esa filosofía, tan próxima a los eternos latidos de nuestra Madre Tierra, tan sólo dudas y terrores siento... Por eso, ¿qué otro destino podría tener sino el de reconocerme en los misterios de la vida desnuda, tan bellamente exteriorizados en sus bosques umbríos, en los perfiles salvajes de su costa, tanto como lo está en ese otro Non Plus Ultra donde vine a nacer? Non Plus Ultra, pues más allá ya no hay nada mundano ni perecedero, sólo la Eternidad de reconocerte en la Verdad de la Vida... Dios crea la Vida en la Eternidad, y el hombre inventa su muerte en el tiempo. Por eso la Eternidad es el hogar del Hijo de Dios, y la muerte el dios del pródigo que quiere emular al Padre que en su ilusión imagina haber abandonado... Perdón...

Jesús María Bustelo Acevedo

martes, 7 de julio de 2015

El Poema de Coruña

EL POEMA DE CORUÑA

Del corazón a la uña
disfrutaba al caminar
por las sendas que en la mar
desembocan en Coruña.

Y en el mar, el Infinito
que el corazón soberano
sabe ofrendar en la mano
al compañero bendito.

Para todo aquel que gruña,
para todo el que se pierde,
que busque el azul y el verde
y se reencuentre en Coruña.

Jesús María Bustelo Acevedo

martes, 30 de junio de 2015

Surcando la Galicia

A falta de inspiración, buena cosa será recordar mis viejos versos sobre Fisterra: Surcando la Galicia. Un sencillo poema y al mismo tiempo una profecía cumplida ha pocas jornadas:

¡SURCANDO LA GALICIA!

Como un cometa, vago
por toda la Galicia,
porque es una delicia
llegar a Santiago;
presente allí, ¿qué hago?,
que el que se para, yerra:
caminaré a Fisterra
(o sea, Finisterre),
que el menda, erre que erre,
va hasta el fin de la Tierra.

Jesús María Bustelo Acevedo

Hasta el Fin del Mundo y hasta el Principio de Todo, el Paraíso... El Paraíso que está eternamente en nuestros corazones en espera de ser reconocido, de ser aceptado, de ser compartido, de Ser... 

Jesús María Bustelo Acevedo

lunes, 29 de junio de 2015

Costa da Morte

LA COSTA DE LA MUERTE

Es la Costa de la Muerte
la que a costa de la vida
y su verdad desmedida
con su belleza divierte
a quienes tienen la suerte
de peregrinar aquí,
gozando del frenesí
y la quietud del viaje
y llevando de equipaje
la libertad que hay en sí.

Jesús María Bustelo Acevedo

viernes, 26 de junio de 2015

¡Santiago me importa un Camino!

CAMINO DE SANTIAGO

A mí Santïago
me importa un Camino,
¡me importa un Camino
a mí Santïago!,
por eso lo hago,
por eso camino
rumbo a mi destino
y me hago y deshago,
¡que a mí Santiago
me importa un Camino!

Jesús María Bustelo Acevedo